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Jaipur

Writer: SamarCadiz TravelsSamarCadiz Travels

Updated: Dec 18, 2022

La ciudad rosa rodeada de montañas.



¡Hola de nuevo!


Me emociona mucho poder contaros nuestro viaje a Jaipur, en el estado de Rajastán, el que dicen que es el más bonito de toda la India. Y la verdad que el título se lo tiene merecido, ya que Jaipur es una de las perlas del país.


¿Por qué se le llama la Ciudad Rosa? La razón puede parecer simple, y es que nada más llegar al centro de Jaipur se aprecian las fachadas rosadas de los edificios, especialmente la de los más importantes. Pero este color tiene un simbolismo especial para los habitantes de Jaipur ya que representa la hospitalidad. No obstante, existen dos teorías que intentan explicar por qué se pintaron dichos edificios de rosa. La primera sostiene que simplemente tenían el afán de imitar a las construcciones del periodo mogol (como los fuertes de Agra y Nueva Delhi); pero hay una segunda que cree que el Maharajá Ram Singh mandó pintar las fachadas de rosa en 1876 para recibir "con hospitalidad" al príncipe de Gales y a su esposa en su viaje por India. Esta última es la más defendida.



Comparado con otras ciudades de la India, como Varanasi o Agra, Jaipur es una ciudad más moderna, ya que fue fundada por el maharajá Sawai Jai Singh II en 1727, y casi todos los edificios históricos remontan a este periodo, que en su mayoría son palacios y fuertes. Sin embargo, Amber, una ciudad muy cerca de Jaipur, sí que tiene un pasado más largo y lugares muy interesantes que visitar.


¿Dónde alojarse?

Debemos confesar que el alojamiento de Jaipur ha sido el mejor hasta ahora de todos en los que hemos estado. Nos sorprendió gratamente ya que, si bien el precio es más alto que en el de otras ciudades, planeamos este viaje con 4 o 5 días de antelación, y la reserva del hotel se hizo unos 4 días antes de la llegada. Pensábamos que esa era la razón principal por la que pagamos un poco más que en Varanasi, por ejemplo. Pero resultó que la calidad del hotel era muy superior. Se llama The Lodge B&B y lo reservamos a través de booking.


Aunque se encuentra en una callejuela que huele a orina las 24 horas, está a 100 metros de la Kishanpole Bazar road, una de las avenidas principales del centro de Jaipur. La recepción ya nos encantó, quizás porque en los alojamientos anteriores eran bastante horribles. Aquí había música ambiental de fondo y una sofalitos para descansar. El recepcionista hablaba un inglés excelente y nos aconsejó en muchos asuntos, la verdad que muy agradecidos. El registro se hizo como de costumbre y nos dieron la llave para la habitación. ¡Bombazo! Por primera vez nos encontramos con un hotel con ascensor, además una maravilla. Los pasillos muy limpios y bien cuidados, y cuando llegamos a la tercera planta, donde estaba nuestra habitación, nos quedamos de piedra al verla. Super amplia, todo renovado, limpio, y con una decoración minimalista y moderna. La ventana era enorme, por lo que había mucha iluminación y unas buenas vistas a la vida cotidiana de la gente. Por las noches además no se escuchaba nada de ruido y la cama era bastante cómoda.


El baño también ha sido el mejor en el que hemos estado, de hecho el segundo día por la mañana el agua de la ducha hervía (todo el agua caliente que no había en los anteriores alojamientos estaba aquí). Tan solo la puerta había que empujarla muy fuerte para que cerrase, pero ninguna queja con respecto a la habitación. Es cierto que wifi, sin embargo, no funcionaba muy bien, pero para compensar tienen una terraza-salón muy agradable donde el wifi funciona de maravilla, además de tener unas vistas de escándalo. Es aquí donde sirven el desayuno también, que en nuestro caso estaba incluido. No era nada del otro mundo pero al menos chai, cereales y algo de desayuno indio te podías servir. Incluso una vez pedí pan con mermelada y me lo sirvieron también.


Pagamos en total 3.374 rupias por dos noches y dos personas, con las tasas por noche y el desayuno incluidos. No llega ni a 40 euros en total, y la verdad que para la calidad de la estancia, más que merecido.



¿Qué ver en Jaipur?


  • Hawa Mahal (o palacio de los vientos)

Nuestra primera visita en Jaipur fue al Hawa Mahal, por dos simples razones. La primera, porque estaba relativamente cerca caminando del hotel (unos 20 minutos) y segundo porque era lo que más ganas tenía de ver. Cuando llegamos aún era de día, pero cerca al atardecer, lo que dicen que es el mejor momento para tomar fotos, y la verdad que estaba precioso. Pero aun más me gustó de noche, la iluminación es fantástica. Justo en frente hay varios cafés que tienen unas vistas maravillosas al palacio. Recomendamos el Tattoo Café, cuenta con una terraza muy agradable y el personal también es fantástico. En otros no te dejan siquiera echar fotos al palacio con cámara, aunque hayas comido allí.


El Hawa Mahal fue construido en el siglo XVIII. Era el palacio en el que vivían las mujeres del Maharajá, es decir, el harem. Eso explica que las ventanas sean tan pequeñas, para que ellas pudiesen ver la ciudad pero que al mismo tiempo la gente que caminaba por la calle no las pudiese ver. El interior resultó sorprendente también. El que me conoce sabe que normalmente los interiores de los edificios no me suelen sorprender tanto, pero el Hawa Mahal es bastante curioso por las pasillos y correderos que tiene, además de las vidrieras de colores. A nosotros nos coincidió el atardecer cuando estábamos realizando la visita, y fue precioso. Además, puedes asomarte a algunas de las ventanas del palacio (solo entra tu cabeza, y en ocasiones a duras penas) y las vistas a la calle con los cafés de noche son preciosas.


  • El Palacio del Maharajá y el observatorio Jantar Mantar

Dicen que otro de los imprescindibles es visitar el actual palacio del Maharajá, muy cerca del Hawa Mahal. El recinto es enorme, sin embargo solo se puede acceder a los espacios exteriores y al palacio de invitados. Al lado está también el observatorio Jantar Mantar. Quizás cometimos un crimen, pero como no nos gusta hacer turismo corriendo, preferimos ir tranquilos, decidimos no entrar y dejarlo para la próxima visita a Jaipur (no dudamos en volver). Además, los palacios reales no suelen ser nuestra mayor pasión. Aún así, exploramos un poco sus alrededores. Esta es la puerta que hay que atravesar para acceder al conjunto.


  • El Fuerte de Amber

Una de las visitas que no puedes perderte es el fuerte de Amber. Se encuentra en la ciudad de Amber, a unos 11 km de la ciudad de Jaipur. Se puede llegar con auto perfectamente, nosotros pagamos menos de 150 rupias (unos 2€ al cambio). El día que nosotros fuimos hacía mucho calor, a pesar de ser finales de noviembre. Tuvimos que comprarnos un par de gorras para la subida al fuerte. Pero el lugar lo merecía. Al llegar, además de ver el fuerte imponente en lo alto de la montaña, hay un lago precioso. 


El ascenso se puede hacer caminando, en jeep o en elefante, por lo que hay tres caminos diferentes, y ya desde la entrada puedes ver a los coloridos elefantes que van y vienen. Nosotros decidimos subir en elefante, a pesar de que dudamos bastante porque no es algo ético, pero es algo que quería hacer alguna vez en la vida. La mayoría están decorados con colores, y según nos explicaron, es una manera de venerarlos. Hay que admitir que se ven preciosos. El elefante que nos llevó a nosotros se llamaba Lucky, y era muy simpático. Al final del trayecto le dimos a su dueño algo de dinero para que le comprase comida, esperamos que lo hiciese. Según nos comentaron, el ascenso en elefante es bastante limitado por el bienestar de los mamíferos, y que solo lo hacen por las mañanas. un máximo de tres viajes por elefante. No sabemos cuánto de cierto es, sin embargo cuando terminamos la visita y nos fuimos, al cabo de unas tres horas, no vimos ni un solo elefante. Además, nunca vimos más de dos o tres elefantes a lo largo del trayecto. Queremos pensar que, dentro de lo malo, hay un control exhaustivo.


Pero prepárate para cuando llegues al fuerte, porque es otra experiencia fascinante. Es todo un complejo defensivo de la ciudad que impacta por sus dimensiones. Nosotros decidimos hacer la visita con un guía que nos explicase un poco, y siempre pensamos que es una buena idea. Además, subas como subas, el camino regala unas vistas preciosas, por lo que no te podrás resistir a echar un par de fotos. Incluso puedes ver como una gran muralla rodea la ciudad, y es que no es de extrañar que se diga que Jaipur tiene su propia "muralla china". Esta fortaleza, llamada Kumbhalgarh, mide nada más y nada menos... ¡que 36 kilómetros!


El fuerte de Amber se comenzó a construir en el siglo XVII, bajo las ordenes del Maharajá Man Singh. Es importante saber que Amber fue la capital de Rajastán hasta que en 1727 se fundó Jaipur y se trasladó la capital, de ahí la explicación de este complejo palaciego tan protegido. Además, era la residencia de los maharajás, por lo que además de una gran fortaleza cuenta con palacios y salas de lujo. Para nosotros lo más interesante fue observar la fusión artística del estilo musulmán con el hindú. Al parecer, a pesar de que los maharajás eran hindúes, Man Singh tenía muy buena relación con los mogoles, además de tener una esposa musulmana, de ahí la influencia arquitectónica. Para mí fue impresionante, y una de las cosas más bonitas de ver, la entrada a las estancias reales, llamada Ganesh Pol.


Esta portada nos recordó muchísimo a las fachadas de los monumentos en Samarcanda, o Uzbekistán en general. Es claramente el estilo arquitectónico de las madrasas de Asia Central. Sin embargo, si prestan atención, en el centro de toda la fachada hay un representación de Ganesh, el Dios Hindú con forma de elefante. ¡Brutal!, ¡impresionante! Me recordó a la mezquita de Córdoba con esa fusión de arte musulmán y cristiano. Aquí tienen más detalles de la imagen de Ganesh. Soy fan de esta obra artística.


El complejo residencial en sí también es muy bonito. Hay un palacio de Invierno y uno de verano, construido y diseñado estratégicamente para combatir el frío y el calor respectivamente. En el primero es donde más lujo se observa, ya que todas las paredes y techos están cubiertos de plata, cristal e incluso piedras preciosas (esmeralda, rubíes, zafiro, etc.). Entre estos dos palacios se encuentra un jardín precioso en forma de estrella.


Además puedes acceder a la parte trasera de la Ganesh Pol. Aquí es donde las mujeres se sentaban a ver lo que ocurría en la especie de plaza frente a la entrada, Solo podían ver los espectáculos a través de esos pequeños orificios en forma de estrella que puedes ver en la foto anterior.


  • El Jal Mahal, el Palacio del agua

Este impresionante palacio se encuentra en medio del agua del lago de Jaipur. impresionante pensar que más de la mitad del palacio se encuentra sumergido bajo el agua, ya que de las cuatro plantas que tiene solo es visible una. Es una pena que no haya barquitas para ir a verlo de cerca (aunque he leído que hace años había góndolas). A pesar de encontrarse en la carretera que uno Jaipur y Amber, es un lugar bastante tranquilo, por lo que es uno de los enclaves en los que sentarse y relajarse con estas vistas.


  • Galtaji Temple o templo de los monos.

A pesar de que la mayoría de los turistas que vienen a Jaipur no saben de la existencia de este lugar, o al menos no aquellos que vienen un par de días, fue nuestra visita preferida (de ahí las miles de fotos que he subido). Se encuentra a unos 10 kilómetros de la ciudad de Jaipur y aunque por el nombre podríamos pensar que se trata de un solo templo, realmente es todo un complejo con varios templos. Fue construido en el siglo XV, aunque no todos los edificios son tan antiguos, y el enclave es realmente increíble: construido entre las montañas de la cordillera Aravalli, parte del complejo en la propia roca, y con un corto ascenso que termina en el templo de Hanuman.


Desde que llegamos en un rickshaw de mala muerte donde casi nos rompemos la espalda (fue lo que llegó al pedir por Uber), adoramos el lugar. Te sientes en medio de la naturaleza, rodeado de vegetación y montañas, y acompañados de muchísimas tribus de monos. Yo siempre le tuve mucho miedo a los monos y esto me sirvió como terapia de choque, ahora soy capaz de caminar más cerca de ellos (mira al fondo, detrás de mí, de la foto anterior). Es maravilloso verles en su hábitat. Además, aquí no solo vimos a los monos que siempre hemos vistos, los macacos, sino que vimos una tribu de langures en los árboles, con la cara negra, el cuerpo blanco y una cola muy larga (no pude tomar una buena foto porque estaban muy alto del árbol, sorry). No hace falta decir que nos encantó.

Este complejo es hoy en día un lugar de peregrinación para los hindúes, donde los monos representan al dios Hanuman y donde el agua natural no deja de fluir. La mayoría de los hindúes que visitan el lugar se mojan en sus aguas ya que la consideran sagrada, y por tanto, purifica su Dharma.


Conforme vas subiendo la ladera, vas descubriendo nuevos rincones preciosos hasta que llegas al templo de Hanuman. Aquí, yo me quedé fascinada con las vistas a todo el complejo y Sardor disfrutó como un niño dando cacahuetes a los monos.


Todo el complejo es fascinante, desde los templos antiguos como el de Hanuman hasta las construcciones más modernas, como el pilar colorido con representaciones de dioses que se encuentra al entrar al complejo. Recomendamos encarecidamente visitar este mágico lugar.



 
 

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Sobre mí

Soy profesora de español para extranjeros y soy afortunada de que me encante mi profesión, porque además gracias a ella puedo ser... ¡una viviajera! Vivir en el extranjero y cambiar de destino cuando quiera me hace plenamente feliz.

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